1° Diario de Alan Morton: 13 de enero de 1963. Hoy he cumplido diez años y mi mamá se ha caído del caballo. Dice que ha visto una enorme sombra que ha saltado frente a ella y ha hecho que Sultán se encabritara. Papá ha mandado a por el doctor al continente; dice que mamá no podrá caminar ni ver nunca más. Me pregunto cómoserá estar ciego; intento imaginarlo cerrando los ojos, pero no es lo mismo, porque sé que puedo volver a abrirlos. El abuelo Jeremy ha hecho una máquina nueva. No es como las otras. La verdad es que no hace nada, pero es muy divertida. Sirve para hacer fotografías que se mueven con ella. Me ha dicho otra vez que no me acerque a la verja. Cuando le dije que Obed y yo la descubrimos jugando en las ruinas del fuerte, se enfadó mucho; sé que el abuelo Jeremy puede abrirla. Alomejor me enseñara algún día. 21 de junio de 1973. El abuelo Jeremy ha muerto esta mañana. No parece que papá esté muy triste. El abuelo Jeremy nunca llegó a contarme cómo abrir la verja. Cuando se lo pregunté, me dijo que si de verdad deseaba abrirla, hallaría el modo. Papá nos ha prohibido que vayamos al fuerte, y hasta ha cambiado la combinación de la cerradura de la valla del puente. ¡Si se pudiera dar cuenta! Papá tiene miedo de las criaturas de las Tinieblas, estoy seguro. ¡Es un cobarde! No confía en las armas que hizo el abuelo Jeremy. Ha dicho que vamos a abandonar la isla, y que era hora de empezar a vivir una vida normal. Creo que mamá está de acuerdo con él, pero yo sólo quiero vivir aquí. El mundo de los hombres es tan trivial que me asquea. Sólo se preocupan de estupideces, ¡son tan superficiales! El abuelo me dejó una carta y la mitad de una fotode nosotros dos enfrente de la verja. Ni siquiera recuerdo cuando la sacó. En el anverso hay escrito un numero, pero no sé qué hacer con el, no es el codigo del tablero de control. ¿Por qué asustarán tanto a todo el mundo las sombras nocturnas? Yo se que algún día aprenderé a hablar su idioma. Sé que, algún día, pasaré al mundo de las tinieblas, y entonces nadie, podrá decirme lo que puedo o no hacer, o qué está bien y qué está mal. 18 de abril de 1992. Hoy es un gran día... Casi he finalizado la construcción de mi laboratorio. Lo necesito para ampliar mis investigaciones. Obed está aterrorizado, pero ¿qué va a entender esta sombra de hombre? Los señores de las tinieblas están conmigo: excavando la galería subterránea que conduce al tunel de la capilla de los sacrificios he descubierto otra forma de llegar a la puerta. Así que no tendré que despejar el camino del abuelo Jeremy que el idiota de mi padre hizo inaccesible. En cuanto esta traducción caiga en mis manos... ¡Estoy muy impaciente! ¡Y espero que a edenshaw no se le ocurra empezar a decirme otravez lo que tengo que hacer! Nunca he logrado comprender qué interés tiene. El abuelo Jeremy le tenía mucho aprecio. Pero sé que está en el lado equivocado de las tinieblas y que, cuando llege el momento, tratará de impedirme que tenga éxito. Tambien sé que cuando ese momento llege, tendré que neutralizarlo. 2 de mayo de 1995. Acabo de relerr unas cuantas páginas de mi cuaderno y me he percatado de cuáta razón he tenido siempre. Papá nunca debió interponerse entre nosotros y nuestro destino, pero al final ma ha resultado mucho más útil de lo que jamás hubiera imaginado. Estoy haciendo grandes progresos con la traducción de las tablas; un mundo nuevo se abre ante mí. Poco me importa que Obed aproveche mis logros para ganarse honores en la alta sociedad. Un día mi hermano encontrará una mujer, tendrá hijos, pero luego, ¿qué? Volverá a Shadow Islandpara que se cumpla su destino. Yo no puedo permitirme el lujo de desaprovechar todo ese tiempo. Vivimos bajo un gran peligro. ¿Y qué? ¡Los Morton hemos vivido más de un siglo! Nos hemos hecho con él y sabemos cómo dominarlo. Obed no es más que un cobarde, igual que el resto. El abuelo Jeremy me dejó varias pistas, pero aun no entiendo por qué no me confió el secreto de la verja. Sin duda, pensó que no me lo merecía... Aún necesito algunas materias primas; las que utilicé para mis primeros experimentos se estan pudriendo, apenas resisten la formalina. Además,Casi no hay tormentas. Obed ha conocido a alguin que podria solucionar mis problemas con las proviciones. He avanzado mucho desde mi último intento. Padre, nuenca pensé que un día estarías tan cerca de la divinidad. La fusión más perfecta está a mi alcance. 8 de julio de 2000. Mientras revolvía entre los papeles de Obed, he descubierto la prueba definitiva de que me ha traicionado, y no sólo a mí, sino atoda la historia de la familia Morton. La carta que le ha enviado Lamb disipa cualquier duda. ¡Más materia prima, pero esta vez, fresca!